Empieza el año, ¡y sobre todo este año! que ganas de dejar atrás lo que hemos vivido en 2020 y hacer lo posible por reponernos de un periodo duro y desagradable.
Pero ya estamos aquí. Iniciando un nuevo año. Un año que nos gustaría que lo aprendido tomara forma y que las cosas se nos pusieran más fáciles.
Aún así, no deja de ser una oportunidad el inicio del año para recordarnos que empezamos ciclo nuevo y que tenemos 12 meses para crear una nueva realidad particular o mejorar la que teníamos. Más allá de las circunstancias, que influyan en nuestras acciones, podemos empezar el año siendo víctimas de ellas o responsables con ellas.
O nos quedamos en la queja o empezamos a hacer lo que podamos por cambiar lo que está bajo nuestro radio de acción. Nos tenemos que poner las pilas si queremos llegar a las navidades con esa sensación de satisfacción que te inunda el cuerpo por haber sido capaz de dirigir nuestros esfuerzos hacia nuestros sueños y cumplir nuestros objetivos.
Marcarse metas es lo que más te acerca a realizarte, así que por pequeñas que sean, haz lo posible por hacer tu lista. Te ayudará pensar en qué áreas de tu vida quieres mejorar (laboral, salud, amor, dinero, contribución, social,…) y empezar a focalizar toda tu atención en eso, en lo que quieres conseguir, y no en las pegas que pone tu mente para que te quedes dónde estás.
Las metas no tienen que ser una losa, ni mucho menos. Las tienes que ver cómo un estimulo y una diversión, porque más allá del resultado y del esfuerzo que tienes que poner para conseguirlo, se puede disfrutar del camino.
Con mis clientes utilizo el método SMART para que puedan ser lo más claros y concisos posible en este mes de año con respecto a sus metas. Te cuento que significan cada siga:
S. Específico
M. Medible
A. Alcanzable
R. Realista
T. Temporal
Es una buena guía para empezar a hacer ese dibujo de lo que quieres alcanzar este año. Ya te contaré más sobre este proceso y otros más que seguro que te ayudan en otro post.
Es importante que no lo demores, porque cuanto más lo dejes, más procrastinación y más frustración. Piensa en el beneficio que te va a aportar hacerlo y no el tiempo que te va a llevar o en la pereza que te da ponerte.”
Si por el contrario ya tienes todo claro y estás “on fire” con tus objetivos, tampoco está de más repasar y empezar a pensar en cómo lo vas a llevar a cabo. Ten en cuenta que cuando defines muy bien el “qué” el “cómo” aparece sin darte apenas cuenta.
También es muy importante que te pongas serio con aquellos asuntos que llevas arrastrando desde hace tiempo y no se resuelven porque quizá les falte un empujón por tu parte, delegarlo, tomar una decisión,… sea cual sea la causa, ponte manos a la obra y no les dejes que te quiten más energía. Porque te la quita. Todo aquello que está por resolver, viene una y otra vez a tu mente, hasta que lo resuelves.
” No puedes evitar que los problemas golpeen a tu puerta. Pero no hay necesidad de ofrecerles una silla”.
Ánimo y felices 365 días 😉