¿Eres de los afortunados que está a punto de irse de vacaciones? Qué tendrán las vacaciones que a todos nos gustan, es cómo la tortilla de patata, ¡no conozco a nadie que no le guste! 😉
Ahora bien aunque estés súper happy por irte ¿eres de los que te cuesta desconectar aunque estés tirado en la toalla con una caipiriña?
Si es así, no eres el único, pero hay que hacer por solucionar esa situación, porque no es nada beneficiosa.
Muchos clientes me han comentando eque n alguna ocasión en los periodos vacacionales les ha sobrevenido una crisis de ansiedad o de estrés que les ha llegado a amargar el principio, el durante y hasta el final de sus vacaciones.
Pero no te preocupes que te voy a dar unas pautas para que eso no ocurra.
Llevamos mucha carga de trabajo durante todo el año y muchas veces este es el gran, único y esperadísimo momento que tenemos para desconectar, descansar, estar más en familia o librarnos de la rutina.
Cualquiera que sea tu motivo, te recomiendo que consideres tus vacaciones no sólo como un descanso, sino como una oportunidad para regenerar cuerpo y mente, para recompensarte por tu esfuerzo diario durante meses o para reflexionar sobre esos cambios que te gustaría llevar a cabo a tu vuelta.
Oh si! y aquí está la tan temida y mala noticia. Lo siento. Para ello, el móvil ¡cuánto más lejos mejor! Si, ya se que forma parte integral de tu cuerpo y que quizá tengas sudores fríos, pesadillas e incluso alucinaciones cuando no estés cerca de él, pero es fundamental para tu descanso y verdadera desconexión. Te acuerdas del libro de vacaciones Santillana? Yo no, claro por edad ;), pero me han contado que eran deberes para hacer en verano, ¿verdad? Bueno pues piensa que el apartar los aparatos tecnológicos de tu día a día tienen que ser tus deberes y que para llegar bien al siguiente curso lo tienes que hacer.
Desconectarse de las máquinas es fundamental para reconectarte contigo, disfrutar con los tuyos, ser más creativo a la hora de realizar actividades y por supuesto para vivir más en el momento presente.
Ah, ¡y un básico! Aparte de tu salud mental y emocional, no te dejes llevar por “el todo vale” y acuérdate de cuidar en lo que puedas tu alimentación. Es también un súper potenciador de tu energía y de tu salud, así que por lo menos, intenta no excederte mucho y que en la medida de lo posible sea equilibrada. Si ya sé, que estás in love de las cervecitas y de esas tapas que te ponen los ojos del revés, pero todo con mesura.
Y si por lo que sea necesitas dedicar tiempo a tu trabajo, márcate unas horas al día y comprométete a cumplir con el horario que establezcas. Si lo cumples, no sólo ayudarás a tu organismo a depurarse, sino que te vas a darte una palmadita en la espalda (de esas que te gustan cuando cumples con tus compromisos)
Para terminar ten en cuenta que las vacaciones no son una huida de tu realidad, sino un permiso para que puedas cargar baterías y reestablecer tu equilibrio. Ahora yo sólo te falta disfrutarlas a tope y contarme que tal te ha ido.