Hola,
Perdona que no te ponga estimado o querido, porque para mí como para el resto, no lo eres. Llegaste hace ya bastantes días y nos pusiste el mundo del revés. Te has impuesto ante todo y ante todos y a tu paso estás provocando muchas tristeza, miedo y desolación.
Nos has hecho confinarnos en nuestras casas, pero nada tiene que ver con escondernos. También has provocado que nos paremos en seco, pero ni mucho menos detenernos.
Así que te aviso, no podrás con nosotros. Está claro que nos has puesto en nuestro sitio y quizá nos hacía falta un toque de atención.
Ahora bien. No hay quien nos pare. Los humanos hemos estado un poco dormidos y seguro que no hemos hecho muchas cosas bien, pero te digo una cosa. Sabemos cuando rectificar y volver a recuperar lo que nos identifica, valorando todo lo que tenemos y sabiendo lo afortunados que somos por el mero hecho de existir. Y ¿sabes qué? Nos venimos arriba ante la adversidad y estamos tan unidos que juntos vamos a conseguir que esto que está pasando a causa de tu presencia, sea sólo una pesadilla.
Una pesadilla de la que saldremos más reforzamos, que nos hará cambiar muchas cosas para que cuando desaparezcas de nuestras vidas sepamos apreciar lo que realmente es importante. Agradecidos de poder seguir adelante, felices por lo que tenemos.
Estoy convencida que muchos aprenderemos la lección, otros no. Así es la vida. Pero a unos y a otros nos harás cambiar. Ojalá y sirva para que los que están más avanzados en conciencia puedan ser la punta de lanza para los más dormidos.
Sin duda, nos has dado una buena bofetada y espero que no se nos olvide lo que vivimos contigo cuando estemos de nuevo en nuestra “normalidad”.
Así que estoy convencida que cuando pase todo esto, la historia no te recordará por lo que destruiste, sino por lo que construimos a partir de ti y de lo que fuimos capaces de evolucionar. Creando un mundo más consciente, más humano y seguro que más conectado.
Ya queda menos para celebrar tu despedida. Un nuevo renacer nos espera.
Atentamente,
Una guerrera